ADIÓS DANZA

La danza, para mí, lo es todo. Jamás me vería sin la danza; no podría dejar de bailar. Esto me libera de todos los problemas que pueda tener y me da una tranquilidad al moverme. Es la mejor forma de expresarme mediante el movimiento, algo que recomendaría a todos. A veces, las personas le temen al baile por el miedo a lo que dirán o si los juzgarán los demás.

El mundo de la danza es maravilloso. En Xalapa, hay mucho arte y bastantes bailarines. Lo mejor de esto es que la mayoría se apoya y no juzga a las nuevas generaciones. Cuando alguien se introduce a la danza, tiene un gran apoyo, algo que deberían saber las personas, ya que podrían experimentar esta gran disciplina.

Despedirme de la danza jamás fue algo que yo quisiera. Pero regresando al tema de mi ex, él sí quería que me alejara de esto. Tenía mucha inseguridad de que yo fuera a clases, solo porque sabía que más personas me iban a ver o más hombres iban a interactuar conmigo, y era lo que él no quería. Pero no podía evitar eso. No iba a dejar de tomar clases solo porque él no quería que yo fuera.

Es algo que siempre defendí durante la relación, algo de lo que podría estar orgulloso. Él encontró la forma de hacer que me alejara un poco de ello, y ¿cómo fue? Aquí la historia. Las peleas eran lo que más surgía en la relación y la violencia física también. Un día, arreglándome para clase, él comenzó a actuar indiferente. Sabía que estaba molesto y yo, siendo muy insistente, pregunté qué pasaba.

No me decía lo que ocurría y yo insistía más y más hasta el punto que me corrió de la casa y comenzó a empujarme. Para este punto, yo ya tenía el carácter de él, así que no quería ceder, quería arreglar las cosas y todo comenzó a empeorar. Los empujones eran más y yo ponía resistencia, hasta que me caí al piso y ocurrió algo inesperado…